¿Quién tendrá el poder en el futuro?

Selective Focus Photography of Two Danbo and Star Wars Stormtrooper Robot Toys

"¿Qué pasaría si, en lugar de usar la información para crear productos perfectos para los consumidores, se usara para atentar contra ellos de forma perfecta?" 

" ¿Qué pasaría si la información del comportamiento y patrones cerebrales cayera en manos equivocadas? " 

 

El siguiente texto tiene como objetivo analizar el impacto que tendrá la tecnología en la vida humana, los retos y los riesgos que se avecinan; y también, de forma enfática, exponer quien tiene y tendrá el poder. Como base y como información bibliográfica reposan los trabajos de Scott Galloway, con su libro The Four, y de Yuval Noah Harari, con su libro 21 lecciones para el siglo XXI.

 

Galloway, en el primer capitulo de su libro The Four, expone de manera directa a los cuatro actores más importantes de la industria tecnológica actual: Apple, Amazon, Facebook y Google; exponiéndolos como los protagonistas de la revolución informática y e industrial. Por su parte Harari, en su libro 21 lecciones para el siglo XXI, expone de manera práctica cómo están cambiando las cosas, proponiendo como protagonista a la tecnología actual (inteligencia artificial, algoritmos, patrones y análisis de datos); la verdad, y teniendo en cuenta las concepciones de los dos autores, es que el protagonista será la tecnología, y el poder lo tendrá quien aprenda a dominarla para su propio beneficio (como lo están haciendo los cuatro actores expuestos por Galloway) y a su vez comprenda el riesgo y la responsabilidad que tiene. 

 

De esta forma, la tecnología ha avanzado exponencialmente. Antes, en la Revolución Industrial, los saltos tecnológicos y la apropiación del motor a vapor cambiaron la cosmovisión del momento, pero seguía siendo el hombre quien controlaba la situación y, a fin de cuentas, controlaba el resultado de lo que facilitaban las maquinas; pero ahora, nos enfrentamos a un fenómeno totalmente diferente, aunque el hombre sea quien la crea, la tecnología alcanza niveles inimaginables,  y nos estamos enfrentando a tecnología que aprende de si misma y que podría cambiar al mundo que conocemos hoy.

 

Teniendo en cuenta los actores enunciados anteriormente, propuestos por los autores, el mayor impacto y avance que se tendrá será la apropiación del análisis de datos (a mayor escala de como se está haciendo ahora) para dominar la industria de consumo. Si antes, gigantes como Google, Amazon, Facebook o Apple, lograban cautivar a los consumidores con simples campañas de mercadeo o apelando al cerebro, corazón o genitales (Galloway, 2017), en un futuro cercano, con algoritmos que logren descifrar y predecir de manera precisa los procesos cerebrales y sus patrones, se crea un mundo de posibilidades. Lo anterior tiene muchas connotaciones que se deben tener en cuenta.

 

Así pues, a medida que crecen las posibilidades y se aumenta el poder que tendrán los dueños de la información, crecen también los riesgos y responsabilidades. Conocer al consumidor en niveles tan específicos, implica también tener el poder de satisfacer las necesidades encontradas, ofreciendo productos que hagan “encaje” perfecto con los deseos de los consumidores. Harari, en su libro, expone un ejemplo que puede sonar descrestante, pero a la vez intriga: se llegará a un punto en el que los algoritmos podrán predecir las emociones, y se podrán crear incluso secuencias de ondas que conformen piezas musicales únicas y satisfagan las necesidades individuales, eso si, no las crearán seres humanos, las crearán los mismos algoritmos, mientras aprenden en el proceso (Harari, 2018). De esta forma, y viendo solamente este lado de la historia, el panorama es espectacular, pero analizando los riesgos, nos damos cuenta de la dimensión del poder que tendrá quien porte la información. ¿Qué pasaría si, en lugar de usar la información para crear productos perfectos para los consumidores, se usara para atentar contra ellos de forma perfecta? ¿Qué pasaría si la información del comportamiento y patrones cerebrales cayera en manos equivocadas?

 

Para finalizar, y habiendo expuesto solamente uno de los retos y/o riesgos que se deben analizar con el exponencial crecimiento tecnológico, es valido hacer énfasis entonces en lo que se concluye. La tecnología avanza a niveles a los que nunca nos hemos enfrentado, logrando reconocer incluso el comportamiento cerebral; dicha información podrá ser usada de múltiples formas, de manera apropiada, pero también podrá ser usada de manera inapropiada, y ese es precisamente el riesgo que se corre. Las grandes corporaciones, los gobiernos, los desarrolladores y la sociedad en general tenemos la responsabilidad de interiorizar el avance, y encontrar la forma de controlarlo. Indiscutiblemente, se crea un panorama de discusión ética sobre las infinitas posibilidades a las que nos enfrentaremos.

 

 

 

 

Bibliografía

Galloway, S. (2017). The Four. New York: Penguin Random House .

Harari, Y. (2018). 21 lecciones para el siglo XXI. Barcelona: Penguin Random House.

 


Detalles del articulo

  • Autor

Ricardo Palacio Toro

  • Lugar

Bogotá Colombia.

  • Año

2019

  • Tema

The Four

 

 

 

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