Por: Isabella Sáchica B.

Hace unas cuantas décadas una de las fuentes más comunes de energía era el petróleo y la electricidad; de hecho, estas siguen siendo las más empleadas a nivel mundial debido a su bajo costo y fácil acceso. No obstante, años después de implementar este tipo de energías el mundo está pagando las consecuencias de, en cierta manera, haber elegido el camino más fácil tanto en términos económicos como en capacidad de escalabilidad. Esto en la medida en que no es un secreto para nadie que la industria del petróleo ha sido de las más rentables, tal es así que han existido guerras por el acceso a tierras ricas en este bien minero energético. A pesar de esto, la comunidad internacional y en general la sociedad humana se está dando cuenta que no es posible continuar por el mismo camino y que es momento de apostarle a energías renovables. Y la pregunta es, ¿cómo se encuentra Colombia en este aspecto?

          Foto: https://www.compromisorse.com/sabias-que/2010/03/30/que-son-las-energias-alternativas/

En primera instancia, en los últimos años Colombia ha reconocido la necesidad de invertir y desarrollar otro tipo de energías para ir poco a poco disminuyendo la dependencia a las fuentes de energía tradicionales. Es tal el caso que desde el 2016 se conformó La Asociación de Energías Renovables Colombia – SER Colombia, la cual agrupa a más de 70 compañías a nivel local y global, que apuestan por la implementación y desarrollo de las energías renovables no convencionales en Colombia (SER Colombia, s.f.). Esta asociación busca promover proyectos relacionados con recursos de energía renovable disponibles a nivel mundial que son ambientalmente sostenibles, pero que en el país no son empleados o son utilizados de manera marginal y no se comercializan ampliamente como lo son la biomasa, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, la energía eólica, la geotérmica, la solar y los mares.  De la misma forma, ProColombia, entidad del estado encargada de promover la inversión extranjera directa en el país, menciona el potencial que tiene Colombia para recibir inversión destinada exclusivamente a este tipo de proyectos teniendo en cuenta las condiciones climáticas y posición geográfica que permite desarrollar distintos tipos de energía. Por ejemplo, departamentos como la Guajira pueden ser fuentes para ejecutar proyectos de energía eólica y solar gracias a las excelentes condiciones climáticas, razón por la cual Colombia eligió el sector de las energías renovables como uno de sus pilares claves para atraer inversión extranjera y así desarrollarlo. Adicionalmente, Colombia se posiciona en el ranking Energy Transition Index 2020 del Foro Económico Mundial como la segunda economía en las Américas y ocupa el puesto 25 entre 115 países en el mundo, en capacidad para suministrar energía de manera autosostenible y de calidad, accesible y ambientalmente sostenible, lo cual demuestra el compromiso del país por apostarle a este tipo de energías. De hecho, Colombia ha dispuesto un moderno esquema regulatorio, institucional y de mercado que busca diversificar la matriz energética, dada la evidente la alta dependencia a las fuentes hídricas para la generación de energía. Este se basa en aumentar 50 veces la capacidad instalada en la generación de energía con fuentes alternativas pasando de 50 MW en 2018 a 2.500 MW a 2022.

No obstante, es curioso evidenciar que no se menciona frecuentemente el uso de la energía renovable en Colombia como una fuente alternativa a las energías tradicionales. Se podría plantear que esto se debe a que en el país y a nivel mundial existen fuertes y muy arraigados estereotipos respecto a la palabra nuclear. La mayoría de las personas la relacionan con muertes, riesgo, destrucción, miedo y caos; sin embargo, esto se debe a que solo se están concentrando en el lado armamentístico el cual está bastante lejos de la energía nuclear como fuente sostenible para el planeta tierra. De hecho, no es posible convertir una planta nuclear en un arma por los mismos principios en los que está fundamentada, razón por la cual el miedo inherente que muchos tienen sobre el uso de la energía nuclear podría ser mitigado a través de programas de concientización e información bien estructurados. Estos tienen que exponer datos claros y concretos sobre los beneficios de este tipo de energía frente a otras energías alternativas, al mismo tiempo que se exponen los riesgos que existen y una forma clara sobre cómo se resolverían de llegar a suceder. Se debe buscar presentar de tal forma que un colombiano que no tenga conocimiento algún sobre el tema pueda entender con claridad los beneficios de la energía nuclear, mientras es consciente de los riesgos y se encuentra tranquilo que el gobierno nacional cuenta con un plan para mitigarlos.

Es momento que Colombia sea un país que apueste a las energías que sean mejor para su población desde una perspectiva integral, ya sea desde el lado económico, social, ambiental y tecnológico. Con esto, se darían pasos para resolver problemas importantes a nivel nacional y se podría llegar a ser punto de referencia para otros países de la región. Así que, es momento de considerar la propuesta de la plata nuclear contenida en el Plan Nacional Energético 2020-2050 como una propuesta con gran potencial para el país y no como una posible medio que afecte a los ciudadanos o el medio ambiente.

Referencias

El Espectador. (16 de 09 de 2021). Advierten sobre propuesta para construir planta nuclear de 2.000 megavatios. El Espectador. Obtenido de https://www.elespectador.com/economia/advierten-sobre-propuesta-para-construir-planta-nuclear-de-2000-megavatios/

Partida W. (26 de 06 de 2019). ¿Debería Colombia invertir en energía nuclear? Obtenido de W Radio: https://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/deberia-colombia-invertir-en-energia-nuclear/20190626/nota/3920067.aspx

ProColombia. (s.f.). Energía Renovable. Obtenido de Invest in Colombia: https://investincolombia.com.co/es/sectores/energia/energia-renovable

SER Colombia. (s.f.). SER Colombia. Obtenido de https://ser-colombia.org/