Facebook, el gran hermano

Por: Danilo Narbona 

  

Las redes sociales son una parte muy importante de nuestras vidas, las conexiones humanas personales son cada vez más distantes y las nuevas relaciones son más digitales, esto ha llegado a tal punto que las decisiones de los equipos de diseñadores en Silicon Valley tengan efectos en cadena sobre millones de personas en su vida privada y comportamiento.

Facebook se ha transformado en un verdadero “Gran Hermano” para la comunidad digital, en el sentido en que se encuentra involucrado en el día a día de sus usuarios, conociendo sus vidas privadas e intentando controlarlas al tener un acceso de primera mano sobre sus gustos. Acceso que se ha vuelto invasivo, pero que ha sido aceptado voluntariamente por los usuarios, quienes acceden fácilmente a las invitaciones, por los métodos que utiliza la red. Situación que lleva a cuestionar las formas de trabajar de Facebook y la manera en que los usuarios no son tratados como clientes, sino como productos.  

El documental The Social Dilemma de Netflix, expone de buena manera la ingeniería social que realiza Facebook para monetizarse, la forma en que se generan burbujas de opinión según el tipo de personas y estas entran cada vez más en una cámara de eco de la cual es difícil salir.

Por otro lado, teniendo establecidos los intereses de las personas, pueden fácilmente definir el tipo de mensajes publicitarios a ofrecerle a cada individuo (Orlowski, 2020), esto sin mencionar la manera en que el micrófono de los dispositivos móviles es escuchado por la plataforma y al momento de ingresar a ella, las personas reciben publicidad personalizada de acuerdo a estas conversaciones.    

Fácilmente los usuarios  permitimos el acceso de la aplicación, cuando esta pide permiso para utilizar el micrófono y  sin pensarlo mucho aceptamos. Habilitando a la aplicación acceso a nuestra vida personal y comercializar productos.

Además, los términos y condiciones que aceptamos al crear una cuenta contienen mucha información, la cual ningún usuario se toma el tiempo de leer antes de aceptar.

Realmente Facebook tiene la obligación ética de realizar alguna dinámica, para que al menos los compromisos más importantes e invasivos sobre la vida privada del usuario sean aceptados de forma absolutamente consciente.

De hecho, existen algunas tiras cómicas que explican cómo se puede ayudar a la aceptación de términos y condiciones en zonas con baja alfabetización o para penetrar culturas (Smith, 2021). Lo cual puede ser tomado como referencia por Facebook o cualquier red social, para asegurarse del consentimiento de los clientes al momento de otorgar acceso a sus vidas privadas, lo que permitiría que muchas personas que no estén dispuestas, nieguen este acceso al tener conocimiento de los permisos que están otorgando.

 

Fuente: Cbc Radio https://www.cbc.ca/radio/q/tuesday-april-4-2017-maggie-rogers-ted-kotcheff-and-more-1.4052497/robert-sikoryak-makes-reading-terms-and-conditions-fun-in-new-graphic-novel-1.4052508 

Para sintetizar, existe en este caso culpabilidad en la creación de esta dinámica a ambos lados de la relación. El público ha ayudado a crear de forma relativamente consciente, a este monstruo llamado Facebook, cayendo en la ingenuidad y en la pasividad con el tratamiento de su información privada. Además, Facebook tiene muchas prácticas cuestionables que incentivan este comportamiento para poder monetizar de manera más fácil su modelo de negocio, invadiendo la vida privada de las personas.  

  

Bibliografía: 

https://www.independent.co.uk/voices/facebook-whatsapp-terms-conditions-agree-b1787736.html 

Smith, A. (2021). Opinion: Nobody actually ‘agrees’ to the Terms and Conditions on Facebook, WhatsApp, and Google. The Independent. Retrieved 12 February 2021, from https://www.independent.co.uk/voices/facebook-whatsapp-terms-conditions-agree-b1787736.html

Orlowski, J. (2020). The social dilemma [Video]. Netflix. 

 

 

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