Pensar rápido, pensar despacio

Humberto Maturana, filosofo chileno dice, "no es cierto que los seres humanos somos seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan nuestras acciones." Las emociones son una reacción del cerebro que se da por un estímulo, ya sea interno o externo. Estas emociones nos acompañan diariamente en nuestras vidas. Todos los días, el ser humano se enfrenta o se imagina situaciones que en resultado lo dejan con una emoción. Estas emociones tienen gran influencia en nuestro comportamiento y toma de decisiones. Por esta razón, como diría López Rosetti, somos seres emocionales que razonan.

 Se puede decir al momento de tomar decisiones, las emociones afectan la toma de decisiones rápidas mientras que la razón afecta estas decisiones que son tomadas con más tiempo. Por ejemplo, cuando estoy terminando una transacción bancaria importante y se descarga mi celular, mi cerebro responde a este estimulo generándome ira. Luego de este estimulo, mi toma de decisiones se ven influidas por este sentimiento generado. Esto demuestra cómo mi cerebro funciona después de vivir una situación que ha afectado mi estado de ánimo. Me invitan a alguna fiesta, y en ese momento mi decisión sería que no, debido a que sigo afectada por el sentimiento que me generó el no poder concluir con la transacción.

Por otro lado, cuando el individuo se enfrenta a una decisión, y dedica más tiempo de razonamiento a esta, el individuo termina tomando la decisión racional para él. Cuando el individuo decide que va a tomar más tiempo para escoger la decisión, en este caso, él se realiza múltiples escenarios en su mente, donde evalúa los costos y beneficios y termina tomando la decisión que a su percepción es la que mayor beneficio le brindaría.

En conclusión, cuando el ser humano se enfrenta a la toma de decisiones, tiene dos opciones. Toma de decisiones rápida y la lenta. Cuando toma las decisiones de forma rápida, entra a jugar un papel importante el cómo se está sintiendo en este momento. El cómo se siente está determinado por las emociones del momento. Por lo tanto, si en el momento me encuentro decepcionado, tomaré decisiones según la emoción. Al tomar la decisión rápida, puede que en el futuro me pregunté ¿por qué hice esto? ¿es en realidad esto lo que quería? Esto suele pasar cuando no se analiza profundamente los costos y beneficios de la decisión tomada. Por esta razón, es que cuando tomamos decisiones con más tiempo, nuestra razón asume un papel protagonista. Esta razón que tiene el ser humano es la que nos permite evaluar distintos escenarios y ver los beneficios que obtendríamos de cada uno de ellos.

 Bibliografía

Kahneman, D., & Mielke Joaquín Chamorro. (2018). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: Debate. Rosetti Daniel López. (2018). Emoción y sentimientos: no somos seres racionales, somos seres emocionales que razonan. Barcelona: editorial Planeta.

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