La relación de la educación y experiencias con las emociones y toma de decisiones

 

Las emociones y los sentimientos asumen un rol fundamental para determinar la decisión o el acto que alguien tomará, por lo cual es importante identificar qué aspectos sensibilizan nuestras emociones y logran que nos comportemos de una manera u otra. Cabe mencionar qué ambos conceptos cuentan con grandes diferencias, una emoción es la reacción de una persona ante un factor externo, generalmente la duración de las emociones no es muy larga y sacan al individuo de su estado habitual. Por su parte, un sentimiento es la unión entre los pensamientos y las emociones, lo que explica que éste se presenta cuando la persona ha tenido tiempo de racionalizar su emoción y ha tomado una actitud hacia ella, en este espacio sucede el sentimiento y generalmente este tiene una mayor duración en el estado de ánimo de persona. Lisa Fieldman, psicóloga con PhD en neurociencia presentó una charla en TED Talk titulada No estamos a merced de nuestras emociones, nuestro cerebro las crea. A partir de ella explicaré porqué las emociones están altamente relacionadas con nuestras experiencias. Esto explica que nuestra infancia y la educación que hemos recibido a lo largo de nuestra vida es fundamental para determinar si tenemos una toma de decisiones ética.

Según la conferencista, las emociones son creadas por nuestro cerebro como una reacción a un evento externo, así mismo, comenta que nosotros podemos tener un control mayor al que creemos sobre nuestras emociones. Lisa Fieldman, expone que adquirir este control toma un tiempo, pero que con esfuerzo eventualmente se llega a obtener el control deseado, a lo cual le llama “convertirse el arquitecto de las experiencias propias”. Si nuestras emociones han sido determinadas por nuestras experiencias, y en general muchas decisiones las tomamos basadas en nuestras emociones, significa que gran parte de lo que decidimos a diario es influenciado en su gran mayoria por nuestras experiencias en el pasado. Esto expone que nuestras experiencias y educación juvenil, son fundamentales para interpretar la toma de decisión de las personas, debido a que estas experiencias son las que moldearon y crearon muchas de nuestras primeras emociones.

Las emociones que hemos tenido tienen un gran impacto en nuestro criterio ético al momento de tomar una decisión, en muchas ocasiones un individuo puede tener un recuerdo positivo debido a un gran triunfo que obtuvo haciendo trampa, al igual que un recuerdo negativo tras perder contra alguien que hizo trampa y esto jugó en contra suya. Todos estos recuerdos van a generar en la persona una respuesta emocional sobre la trampa en el futuro, que posteriormente la persona revelará al momento de encontrarse en una situación donde pueda incurrir en malas prácticas por un beneficio personal y la emoción que este comportamiento le genere será relevante en la decisión tomada.

Por fortuna, nuestras emociones y la manera en la que afrontamos los asuntos externos pueden ser modificadas en el tiempo según la explicación de Lisa Friedman. Por esta razón es determinante no solo evaluar la formación que recibió la persona, sino también evaluar la educación que esta recibe actualmente. En un mundo tan competitivo como el actual, las personas suelen tener reacciones positivas cuando ganan debido a que es un atributo muy valorado, por lo tanto, la persona siempre estará en constante búsqueda de victoria con el fin de buscar aprobación. Sin embargo, qué pasaría si las personas fuesen enseñadas desde su primera educación que lo más importante no es ganar sino actuar transparente y correctamente, pues finalmente esta conducta seria la que se resaltaría. Las personas tenderían a asociar sus sensaciones positivas con la transparencia de sus actos, y no necesariamente con la victoria, pues esta sería un resultado de sus actos mas no un propósito.

Dado a que las decisiones impactan nuestras emociones, y a estas las determinan las experiencias que hemos vivido, se considera que la educación y formación en la juventud de una persona será determinante en la práctica ética que la persona tenga en un futuro. Los valores infundados en las personas son los que generan los sentimientos positivos y negativos en ellos. Por esta razón es importante que la sociedad implante valores de transparencia y cooperación en las personas desde temprana edad si esperan de ellos un comportamiento ético en un futuro. En muchos casos la formación que se recibe a temprana edad solo resalta aquellas personas que tienen una productividad sobresaliente sin importar los costos que esto les implica, por lo cual la persona hará cualquier cosa por ganar, ya que esto es lo que asocia con la emoción de satisfacción y felicidad.

¿Alguna vez en tu temprana edad hiciste trampa para ganar? ¿Cómo te sentiste?


 

Detalles del articulo

  • Autor
    Felipe Avendaño
  • Lugar
    Bogotá Colombia.
  • Año
    2019
  • Tema
    Acoso en la Universidad

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