Chile, una brevísima historia del milagro del “Jaguar” de Latinoamérica

 Por: Santiago Cabrera Moreno

 

En los medios internacionales a finales de la década de 1990 se empezó a usar el término “Jaguar” para referirse a Chile, el esbelto país Sudamericano, que despertaba gran admiración dentro del vecindario. El propósito del término era hacer una símil con los pujantes tigres del sur de Asía. Los cuales para entonces ya rujían con fuerza, incluso hoy continúan sorprendiendo a la comunidad internacional con sus hazañas y sus imbatibles cifras de crecimiento económico. Se refieren a las jóvenes Taiwán, Singapur y Corea del sur. Por su parte Chile, mostraba cifras de crecimiento económico a todas luces asombrosas para un pequeño país latinoamericano. Para 2018 el país contaba con un crecimiento del PIB del 5% en promedio por casi 30 años. Lo que le valió para convertirse a finales de 2010 en el primer país de Sudamérica en ser miembro de la OCDE “Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el llamado club de los países ricos, y el segundo latinoamericano después de México.  

 

La historia del milagro se dice comienza el 11 de septiembre de 1973, en la casa presidencial del palacio de la Moneda, con la misteriosa muerte del entonces presidente Salvador Allende. Y el que en otrora era su amigo, lugarteniente de confianza y jefe del estado mayor del ejército Augusto Pinochet, toma el control absoluto del país y su destino por casi 20 años. El gobierno de Pinochet ungido por el despotismo absolutista, característico de un dictador tropical, no estuvo exento de crudas polémicas y serías acusaciones de crímenes de lesa humanidad, que lo pusieron en el ojo del huracán incluso después de su muerte en 2006. Tiempo dentro del cual el país vivió profundas transformaciones sociales, políticas y económicas, volviéndolo un país lleno de importantes contrastes. 

 

 

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A nivel puramente económico, nos encontramos con el Chile que el célebre teórico y economista Milton Friedman calificó en reiteradas ocasiones como un país ejemplar y un “milagro económico”. El país resonaba con orgullo como un ejemplo a los oídos de Thatcher y Reagan. En aquel entonces las medidas y reformas fueron orquestadas por un grupo de intelectuales de corriente liberal, llamados los “chicago Boys”, por haber cursado sus estudios de posgrado en la prestigiosa Universidad de Chicago, dónde Friedman era profesor de planta y acompañados de la cúpula del gobierno de Pinochet. Entre las medidas económicas que hicieron de Chile un “milagro económico”, podemos destacar: según el PNUD[1] una reducción de la pobreza monetaria del 68,2% a un 14,4%. Al mismo tiempo Chile se posiciono por casi 30 años dentro del 2do y 3er lugar de PIB[2] per cápita más alto en la región. Según la OCDE[3] -Chile lideró el ranking de movilidad social para 2018 en América Latina.

No obstante, todas estas cifras han suscitado grandes controversias hoy en día, pues también se dice que Chile es uno de los países más desiguales del continente. Que según la  opinión pública son una de las muchas causas de la crisis política y las protestas sociales que se vivieron en 2019 y 2020.

 

Si bien durante años las buenas cifras económicas no paraban de ser positivas, hoy poco a poco se estancan. Cada vez se notan más las diferencias sociales dentro de la población. La clase media se encuentra paralizada y algunos manifiestan que el país se ha vuelto demasiado caro para vivir. Se ha gestado un profundo vacío en los sistemas de pensiones dónde los jubilados son cada vez menos y peor pagados. El acceso a la educación se vuelve más restrictivo y las pujantes industrias extractivas se ralentizan por la caída de los precios internacionales.

De la misma manera, la represión sistemática hacía la ideología de izquierda durante más de 30 años de dictadura, erosionó las convicciones políticas de un importante sector de la población. Lo anterior produjo según mi opinión un estallido a modo de tapa de presión para el surgimiento de nuevos movimientos sociales con esta tendencia que ahora chocan de cerca con el legado de casi 40 años de gobiernos de derecha.

Al mismo tiempo, considero que Chile estuvo exento de seguir esa tendencia de los países latinoamericanos a tener ese roce constante entre las ideologías de corte socialista y de corte puramente tradicionalista y conservador que ha consumido a otras naciones como Argentina y Venezuela. 

 

En conclusión, considero que en Chile a causa del surgimiento de nuevos fallos y desaciertos políticos,  movidos entre otras cosas por grietas en el antiguo sistema institucional, sumado a los típicos problemas de la corrupción y a la tendencia internacional por las revueltas sociales, han creado un caldo de cultivo perfecto para el surgimiento de un gran malestar social que estaba pausado por varios años y que hoy se pone a la cabeza.

 

Referencias 

http://www.oecd.org/chile/chileprimerpaissudamericanomiembrodelaocde.htm 

https://es.statista.com/estadisticas/1066386/pib-per-capita-por-paises-america-latina-y-caribe/#:~:text=Excluyendo%20a%20los%20pa%C3%ADses%20y,de%2014.900%20d%C3%B3lares%20per%20c%C3%A1pita. 

[1] PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

[2] PIB: Producto Interno Bruto

[3] OCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos

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