Los debates políticos y la era del entretenimiento
Por: Juan Esteban Parra
El debate presidencial organizado por Semana y El Tiempo se ofrece bajo la premisa de otorgar a los ciudadanos un espacio en el que puedan conocer las propuestas y posturas de cada uno de los candidatos. De esta manera, se espera que el pueblo colombiano vote de manera informada y fundamentada durante las próximas elecciones. Ahora bien, considero que a pesar de que estos espacios puedan resultar muy beneficiosos para la democracia del país, el formato en el que es presentado este debate hace que el periodismo y la política en sí mismos pierdan credibilidad. Para nadie es un secreto que hoy en día existe una creciente competencia entre los medios de comunicación por capturar la atención de los usuarios. Esto se debe a que la irrupción del internet y de los medios digitales han permitido que cualquier persona pueda subir contenido, o dicho de otro modo pueda generar noticias. Aunque esto ha permitido empoderar a la ciudadanía para expresarse y reducir el poder de los medios tradicionales para determinar que es noticia y que no, también ha promovido la creación de fake news.
Aunque las fake news no son algo nuevo, el hecho de que hoy en día las personas consumen noticias a través de redes sociales hace que cada vez se vuelva más importante captar de manera rápida la atención del usuario y generar más clics. Los medios de comunicación tradicionales también son empresas y por eso vemos que algunos de estos medios se esfuerzan cada vez menos por presentar noticias a profundidad y verídicas. La lucha ya no se centra en quien presenta el mejor contenido, sino más bien en atraer la atención del mayor número de usuarios de la forma menos costosa posible. Por ejemplo, no es casualidad que mientras veía el debate me aparecía como sugerencia un video del mismo medio de aproximadamente 30 segundos de duración en el que se le preguntaba a un candidato ¿quién le corta el pelo? Aunque suena insólito, el formato en el que se presenta la política se asemeja cada vez más a un show de entretenimiento.
La industria digital no está en contra de la circulación de noticias falsas, puesto que estas generan beneficios económicos. Por lo anterior, los medios de comunicación se han dado cuenta de que el algoritmo de las redes sociales premia el contenido controversial, el morbo, la farándula, entre otros. Considero entonces que hoy la agenda de los medios de comunicación se centra en el entretenimiento y, por lo tanto, debates como el de esta semana pierden efectividad. No estoy diciendo que medios de comunicación como Semana y El Tiempo sean malos, pero es innegable que la forma en la que presentan su contenido se ha vuelto superficial.
Personalmente, después de ver el debate, creo que para la audiencia resulta difícil comprender verdaderamente la posición de cada candidato, ya que el debate en su mayoría se centra en ataques personales, es decir, en las personas y no en los problemas. Esto genera una pelea de personajes y no una verdadera discusión política que permita conocer a profundidad las posturas de los candidatos. Al parecer, los argumentos se enfocan en demostrar quién es el más santo (o menos corrupto), y no en defender las ideas que cada uno tiene para guiar al país. Por lo anterior, este tipo de debates pierden credibilidad y como ya lo he dicho anteriormente, se convierten más en un show de entretenimiento que en un espacio efectivo de discusión política.
Referencias:
David Sipress. (2016, 26 febrero). Daily Cartoon: Friday, February 26th. The New Yorker. https://www.newyorker.com/cartoons/daily-cartoon/friday-february-26th-children-watch-republican-debat