Reflexión:

• “el deber de las universidades, en vez de prohibir relaciones, debe generar un ambiente de confianza con los estudiantes y profesores donde pueden denunciar casos de acoso sexual y estos sean evaluados por un junta imparcial”.
• (…) se está permitiendo que personas acusen a profesores y estudiantes con base en rumores exagerados o no siempre verdaderos, y muchas veces son acusados por un acto de venganza u odio de otra persona que tiene la intención de dañarles la carrera o los estudios.

El articulo Relationships between university professors and students: Should they be banned? de Neil McArthur profesor de ética aplicada de la Universidad de Manitoba, aborda los puntos a favor y en contra de las relaciones intimas entre miembros de facultad y estudiantes. Dichas relaciones han sido estigmatizadas a lo largo de los años y en diversas universidades alrededor del mundo, sin embargo, es un tema complejo y difícilmente se puede catalogar como ético o no ético.

El primer argumento en el articulo y en mi opinión quizás el mas fuerte es que prohibir las relaciones entre estudiantes y profesores es una violación a los derechos humanos.  Como cita McArthur “In western democracies, and in international law, it is increasingly recognized that our fundamental human rights include a right to sexual intimacy (…) In finding Texas’s anti-sodomy law unconstitutional, the Court declared: ‘The liberty protected by the Constitution allows homosexual persons the right to choose to enter upon relationships in the confines of their homes and their own private lives’ (Lawrence, 578). This protected liberty obviously encompasses heterosexual persons as well”. (McArthur, Relationships between university professors and students: Should they be banned?, 2017)  Es claro entonces, que prohibir dichas relaciones es prohibir el derecho y libertad de las personas a tener y elegir sus relaciones íntimas, y a tenerla relación que escojan con privacidad.

Por otro lado, el artículo explica cómo al prohibir dichas relaciones se da paso para discriminación e injusticias en el proceso de penalizar a profesores y estudiantes. “They document one case where a relationship between a black professor and a white student was subjected to very public departmental scrutiny. The student involved observed that ‘other professor–student relationships, both past and subsequent, did not receive nearly the “departmental abuse” that hers did. “I really had to ask myself, what is different about us?” she said. “Could it be because we are an interracial couple?”’ (Bellas and Gossett 2001, 547).” (McArthur, Relationships between university professors and students: Should they be banned?, 2017) Así mismo se da para que profesores jóvenes tengan peores sanciones y para que profesores con fama y renombre en el mundo académico sean exentos de disciplina en el caso de ser encontrados teniendo relaciones con estudiantes.  Y esto en sí, abre toda una discusión ética aparte sobre discriminación.

Al abrir procesos de judicialización que castiguen relaciones interpersonales de este tipo, se está permitiendo que personas acusen a profesores y estudiantes con base en rumores exagerados o no siempre verdaderos, y muchas veces son acusados por un acto de venganza u odio de otra persona que tiene la intención de dañarles la carrera o los estudios. “Any system of rules that forbids private consensual behavior must foster an insidious culture of rumor and third-party accusations if its structures are to be enforced.” (McArthur, Relationships between university professors and students: Should they be banned?, 2017) En mi opinión esta cultura de rumores, acusaciones vengativas o personales y discriminaciones es menos ético y más dañino para la sociedad que permitir estas relaciones.

A pesar de esto, es importante revisar los puntos a favor de la prohibición de relaciones entre estudiantes y profesores. La principal siendo en mi opinión, el velar por la seguridad de los estudiantes y el deber de crear un ambiente de igualdad en el salón de clase. Como el autor explica, un estudiante puede sentir que hay favoritismo por parte del profesor hacia el estudiante con el que está teniendo relaciones. Por otro lado, pienso que las universidades tienen el deber de crear un ambiente en donde no esté permitido el acoso sexual, y permitir estas relaciones permite que casos de acoso sean camuflados como relaciones sexuales y no se le de la debida importancia.

Por otro lado, el autor muestra que es importante considerar que una relación entre estudiantes y profesores nunca va a ser totalmente consensual por parte y parte, pues la dinámica de poder entre el profesor y el estudiante no lo permite. Un estudiante puede acceder a tener una relación simplemente por miedo a las represalias que puede tener el profesor en caso de no querer.

Si bien los puntos a favor de la prohibición son importantes, considero que muchos se pueden resolver como lo dice el autor implementando medidas donde en caso de que exista una relación se debe cambiar al estudiante o profesor de clase para así evitar situaciones de favoritismo y discriminación. “However, they can be easily addressed non-punitively, such as by transferring supervisory responsibility to another faculty member.” (McArthur, Relationships between university professors and students: Should they be banned?, 2017)

Por otro lado, considero que es el deber de las universidades, en vez de prohibir relaciones, debe generar un ambiente de confianza con los estudiantes y profesores donde pueden denunciar casos de acoso sexual y estos sean evaluados por una junta imparcial. Pienso que mas allá de cualquier razón para prohibir las relaciones, el derecho humano a tener y elegir sus propias relaciones íntimas pesa más y más aun cuando existen soluciones para mitigar los posibles efectos negativos que dichas relaciones pueden traer.

Referencias

McArthur, N. (2017). Relationships between university professors and students: Should they be banned? Ethics and Education, 1-13.

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