Tema: Educación
De modo semejante a los artículos publicados sobre el carácter, estos sobre la educación fueron escritos durante el semestre 2019-2. La educación pareciera un tema transversal al tiempo y con algunas constantes que desafían circunstancias culturales. Los artículos aquí publicados lo demuestran.
La Pandemia Covid-19 que ha retado todas las dimensiones del quehacer personal y social, parece haber generado cambios insólitos en la educación formal convencional. Por convencional nos referimos a la presencial. Desde hace varias décadas existe la educación formal a distancia; originada por la imposibilidad de los estudiantes de atender clases presenciales. Esta modalidad derivó en grandes avances pedagógicos que incluyeron preparación de material para ser empleado de modo asincrónico y al ritmo de las posibilidades de atención y dedicación de los estudiantes.
Lo que ningún ser humano se le cruzó por la mente fue que en cuestión de semanas todos los colegios y universidades quedarían clausurados. En términos de pocas semanas los maestros escolares y profesores universitarios hicieron un esfuerzo heroico porque sus estudiantes pudieran acceder al material escrito y visual, todo virtual para proseguir con los programas. Y claro el esfuerzo no fue solo de los profesores, sino mutuo con los estudiantes.
La universidad en Occidente se inició alojando estudiantes procedentes de diversos lugares en lo que hoy se conocería como los "Colegios mayores" o los "dorms" en inglés. En el caso colombiano, las universidades de Bogotá tuvieron precedencia sobre las regionales y por ello venían estudiantes procedentes de todas las regiones. Pero ya en el siglo XIX se iniciaron universidades regionales, y claro estas hoy reciben estudiantes de las regiones. En otras palabras, la universidad pareciera ser esencialmente el lugar de encuentro personal de profesores y estudiantes. Ese encuentro entre personas, no sólo entre estudiante y profesor, sino entre los mismos estudiantes, pareciera constituir la misma razón de ser la universidad.
Luego que el encuentro sea virtual, pudiéndose suceder entre personas hallándose en cualquier lugar del mundo, origina una situación insólita por decir lo menos.
Si la presencialidad es uno de los aspectos definitorios de la educación superior --exceptuando la ya mencionada modalidad a distancia--, nos hallamos entonces ante una encrucijada donde deberemos pensar qué es en verdad una clase universitaria. Y si esta posee elementos no sometidos a la presencialidad ¿cuáles son? ¿qué aportan a la formación del estudiante?
Independiente de las respuestas que se den a estas preguntas pervive uno de los propósitos éticos de toda educación superior la de no desesperanzar al joven. Y hacerlo hoy cuando de la ideología del progreso la idea de Futuro desapareció es pues uno de los mayores retos del presente. Claro que al futuro contribuye nuestro esfuerzo llevado a cabo en el presente. Todo lo que hagamos hoy tiene consecuencias en el mañana. Así ese mañana se halle lleno de incertidumbre que es la nota del tiempo en que nos hallamos.